REFORMAS ESTRUCTURALES EN ESPAÑA

Si acudimos al diccionario de la Real Academia para intentar buscar una definición, nos encontramos con que estructural es algo relativo a la estructura y como estructura nos dice que es la distribución y orden de las partes importantes de un edificio.

Teniendo en cuenta de que las partes importantes de este edificio que es España parece que se caen a pedazos, parecen inevitables determinadas reformas que eviten que el edificio se venga abajo.

Una definición un poco más técnica de reformas estructurales serian las modificaciones que se realizan en el aparato productivo con el objeto de impulsar el desarrollo económico y que contribuyan a maximizar el crecimiento del PIB potencial a largo plazo.

Hay muchas reformas estructurales que se podrían realizar en España, entre ellas por ejemplo:

- Una mejora de la justicia informatizando las bases de datos, digitalizando expedientes y reduciendo los tiempos de espera para los juicios pendientes que se acumulan.

- Mejorar la sanidad pública reduciendo los tiempos de espera en las citas medicas y las listas de espera. Esto se podría conseguir en parte intentando optimizar los recursos existentes mediante un estudio riguroso de cómo se están empleando.

- Una mejora en las infraestructuras que facilite el comercio y reduzca las distancias (los aeropuertos fantasma no los consideraremos infraestructuras sino tirar el dinero).

- Una profunda reforma de las Administraciones Públicas, ya que existen demasiadas y en ocasiones se solapan sus competencias. En mi opinión sobran las Diputaciones y los Ayuntamientos pequeños deberían fusionarse con otros para optimizar los recursos público.

Y sin embargo, aunque la OCDE hace no demasiado proponía como reformas estructurales incrementar el gasto para la mejora de las infraestructuras, dedicar mayores recursos a políticas activas de empleo y realizar reformas en los mercados de productos dirigidas a reducir las restricciones y a reforzar la competencia, la realidad imperante es otra.

Realidad esta en la cual las reformas estructurales que acometemos en España, son mermar las rentas disponibles de los ciudadanos para pagar los platos rotos de la banca y las inversiones especulativas, mermar los derechos de los trabajadores, encarecer el accesos a las enseñanzas universitarias, reducir las inversiones en I+D, mermar las rentas de nuestros pensionistas más enfermos (las de los que no se mediquen y gocen de buena salud no).

Y así mermando, diezmando y recortando nos cargamos la demanda interna, la confianza de los consumidores y hasta la de los mercados, que espabilados como son saben a ciencia cierta como todas estas medidas nos conducen hacia los 6 millones de parados a velocidad de crucero, para luego por último recibir la gran estocada y decir que el sistema de prestaciones por desempleo es insostenible y dejar a España al borde de una revolución.