Tras la reunión de los ministros de Economía y Finanzas del G-20, donde se ha compartido "la sensación de urgencia" que hay por adoptar medidas que reviertan la recesión, mostrándose dispuestos a "tomar todas las medidas que sean necesarias para restablecer el crecimiento" de la economía internacional y hacerlo "durante el tiempo que sea necesario para conseguirlo", podemos decir que los lideres mundiales por fin se han tomando la senda del buen camino y han empezado a dar los pasos correctos para detener el desplome del sistema capitalista.
El acuerdo sobre la necesidad de "adoptar medidas decisivas y exhaustivas para impulsar la demanda y el empleo", es a mi juicio poner el torniquete en el lugar adecuado, aunque habrá que ver como se concretan estas medidas y si son las correctas.
Un punto muy importante para incrementar la demanda, será restablecer la confianza de los consumidores y para ello es fundamental que se deje de destruir empleo. La confianza en mantener el empleo es principal motor del consumo.
La restauración del crédito por parte de los bancos y otras instituciones financieras será imprescindible para apoyar la demanda una vez se empiece a recuperar la confianza en el sistema.
Y una vez empecemos a andar por el buen camino, aparte de fortalecer los organismo reguladores, quizás se debiera hacer limpieza de productos financieros especulativos y establecer nuevos sistemas en el mercado de valores para evitar que estos se muevan menos por rumores y expectativas y más por la buena gestión y los resultados de las compañías.
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