La reactivación del sector del automóvil ha tenido que esperar “a que la sangre corriera por el parlamento”, trasladándose la patata caliente a otro campo de batalla, donde se involucra a autonomías y fabricantes para que paguen 500€ las primeras y 1.000€ los segundos a los nuevos compradores de vehículos.
Suponiendo que dichas medidas no se pospongan y que todos estén de acuerdo, me pregunto, ¿cuantos coches se van a vender en lo que queda de mes?
Hay una famosa frase del Baron Rotschild que decía: 'Hay que comprar cuando la sangre corra por las calles', y aunque en este caso la sangre no corre, corre el desempleo, y más que correr galopa, y para evitar que sigua creciendo y mitigar en parte los efectos de la crisis, llega una medida descoordinada con otros países de Europa y otras autonomías que ya estaban concediendo ayudas directas.
Y es que esta crisis, es la crisis de la descoordinación mundial, cada cual a su bola, de manera que si se aplica una ayuda directa en un país, con el objeto de favorecer la venta de coches, incluso puede tener el efecto contrario al deseado, ya que los consumidores de otros países pueden retraer su compra en espera de medidas similares, afectando de manera muy negativa a los fabricantes. Es pan para unos pocos y hambre para el resto.
Es este caso en España, la medida es buena pero llega tarde, y eso si, pasara a la historia de los concesionarios, ya que con casi toda seguridad tendrán en mayo de este año el peor mes de su historia.
Y yo me pregunto, no se podría haber anunciado dicha medida el 30 de mayo una vez firmado el acuerdo con autonomías y fabricantes, o es que el debate sobre el estado de la nación nos tiene que condicionar el cambio de coche.
Quizás debamos retraer nuestras principales compras antes del próximo debate, no vaya a ser que después de comprar algo luego se regale.
Suponiendo que dichas medidas no se pospongan y que todos estén de acuerdo, me pregunto, ¿cuantos coches se van a vender en lo que queda de mes?
Hay una famosa frase del Baron Rotschild que decía: 'Hay que comprar cuando la sangre corra por las calles', y aunque en este caso la sangre no corre, corre el desempleo, y más que correr galopa, y para evitar que sigua creciendo y mitigar en parte los efectos de la crisis, llega una medida descoordinada con otros países de Europa y otras autonomías que ya estaban concediendo ayudas directas.
Y es que esta crisis, es la crisis de la descoordinación mundial, cada cual a su bola, de manera que si se aplica una ayuda directa en un país, con el objeto de favorecer la venta de coches, incluso puede tener el efecto contrario al deseado, ya que los consumidores de otros países pueden retraer su compra en espera de medidas similares, afectando de manera muy negativa a los fabricantes. Es pan para unos pocos y hambre para el resto.
Es este caso en España, la medida es buena pero llega tarde, y eso si, pasara a la historia de los concesionarios, ya que con casi toda seguridad tendrán en mayo de este año el peor mes de su historia.
Y yo me pregunto, no se podría haber anunciado dicha medida el 30 de mayo una vez firmado el acuerdo con autonomías y fabricantes, o es que el debate sobre el estado de la nación nos tiene que condicionar el cambio de coche.
Quizás debamos retraer nuestras principales compras antes del próximo debate, no vaya a ser que después de comprar algo luego se regale.
Parece que no he sido el único en quejarme de que la aplicación de las ayudas el 1 de junio supondría un mes de mayo desastroso, de manera que dos días después y tras mantener reuniones con fabricantes y comunidades, el Ministerio decidió acelerar la aplicación de la medida al 18 de mayo sin contar con la financiación autonómica. Rectificar es de sabios.
ResponderEliminarPero ahora solo queda por saber si tenemos que esperar a comprar coche a que las autonomías aporten los 500 € restantes, o lo podemos comprar ya.