EL REMIENDO DEL ZAPATERO


Remendar los zapatos es algo que con el consumismo de los últimos años hacen menos los zapateros, si unos zapatos se rompen se tiran y se compran otros nuevos. Quizás ahora en momentos de crisis su trabajo repunte.

Lo que si no se debe, es andar con zapatos rotos, o se tiran y se compran otros nuevos, o se remiendan.

Pero aunque hay un refrán que dice que “rectificar es de sabios”, y con el que estoy totalmente de acuerdo, lo que me parece inadmisible es que medidas contra la crisis que cuestan millones de euros, se aprueben en todo un Consejo de Ministros para a los pocos días tener que ser remendadas como si de unos zapatos se tratara.

Y ya van dos en menos de cuatro meses, y dicen que a la tercera va la vencida.

La primera cuando se anunciaron a mediados de mayo ayudas directas para la compra de vehículos, sin consensuarlas con autonomías y anunciadas para junio. Afortunadamente la medida fue remendada y se anticipo al 18 de mayo para que los concesionarios vendieran coches en lo que quedaba de mes. El día de su implantación el caos reino por los concesionarios por la falta de información.

El segundo remiendo, este más grave porque afecta a los ingresos que necesitan las familias para subsistir, todavía esta por determinar pero el gobierno ha anunciado que ya se replantea ampliar el subsidio de los 420€ para ampliar su cobertura. En este caso, el caos se traslado de los concesionarios a las oficinas del INEM y a los parados, los cuales manifestaron su indignación ante la discriminación que esta medida hacía entre los parados que habían agotado sus prestaciones antes del 1 de agosto.

Esperemos que no halla una tercera y que se reflexione un poco más sobre el alcance, implantación e impacto de las medidas que se toman para reactivar la economía y mitigar los efectos de la crisis.

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