EINSTEIN, LA BOMBA ATÓMICA, LA BOMBA FINANCIERA Y COMO SUPERAR LA CRISIS.

Hoy he encontrado esta interesante reflexión de Albert Einstein sobre la crisis.

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar “superado”.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

Aunque estoy de acuerdo con mucho de lo que aquí se dice, voy a tener la osadía de comentar las palabras del sabio.

Todo en la vida depende de la perspectiva de como se miren las cosas, así podemos ver un vaso medio vacío o medio lleno. Si bien las crisis y la angustia que generan son fuente de inventiva y descubrimientos, también la guerra es una inagotable fuente de inventiva y descubrimientos, muchos de los cuales nacen con fines militares y luego se aplican a mejoras a la vida civil.

¿Es por eso buena la guerra?

Parafraseando a Einstein podemos decir que quien supera una guerra, se supera a sí mismo sin quedar “superado”.

Pero Einstein, que se consideraba un pacifista que despreciaba la violencia y la guerra acabo siendo considerado el «padre de la bomba atómica».

Siendo este un hecho que no superaría, pronunciando en un discurso en Nueva York, en diciembre de 1945, las siguientes palabras:  

En la actualidad, los físicos que participaron en la construcción del arma más tremenda y peligrosa de todos los tiempos, se ven abrumados por un similar sentimiento de responsabilidad, por no hablar de culpa. (...)

 Volviendo a la crisis, quizás de esta crisis salga un modelo económico más sostenible, quizás se depuren los mercados financieros y quizás busquemos un modelo que se base más en la productividad que en la especulación. Quizás........

Y aunque estoy seguro que muchos de los afectados saldrán de la crisis empleando su creatividad, la angustia que genera la actual situación económica no creo que se pueda considerar una bendición, a pesar de que obligue a la gente a dar lo mejor de si mismos para buscar soluciones a un futuro incierto, y en ocasiones a un presente en el que ven como pueden ser desahuciados por no poder hacer frente a la hipoteca de su vivienda.

Tal y como dije antes, todo depende del punto de vista desde donde se miren las cosas y una crisis para una persona con los recursos intelectuales de Einstein, quizás suponga un reto, una especie de juego, pero para muchas personas que la miran desde otra perspectiva y que ni siquiera entienden por qué les han otorgado una hipoteca que no pueden pagar, por qué los tipos de interés suben y bajan, y por qué a pesar de hacer bien su trabajo se quedan sin él, la crisis les puede suponer una angustia que poco tiene de bendita.

Aunque si estoy de acuerdo que la actual crisis es la crisis de la incompetencia, de la incompetencia de los políticos, por no preverla y buscar soluciones antes de que estallara la bomba financiera. Incluso me atrevería a decir de la incompetencia de los que aprovechándose de las deficiencias de un sistema decidieron matar a la gallina de los huevos de oro, en lugar de seguir especulando con sus huevos.

Y no debemos entrar en el túnel sin salida de achacar nuestros problemas a la crisis sin buscar soluciones, debiendo cada persona hacer aflorar lo mejor de cada uno en la seguridad de que con trabajo duro toda crisis se supera.

Lo que si lamento de verdad es que Einstein no haya tenido el talento necesario para evitar su mayor fracaso, contribuir a la fabricación de la bomba atómica, y que dos de estas bombas fueran arrojadas en dos ciudades llenas de civiles.