EL DESIERTO ECONÓMICO

Existió una vez una tierra tan fértil que requería muy poco trabajo para dar mucha producción. Sin embargo, la sobreexplotación y la falta de mantenimiento, la fue arruinando hasta que un día se convirtió en un desierto.

El desierto no se formo de la noche a la mañana, cada uno fue aportando su granito de arena, primero se formaron una dunas al borde de los cultivos, luego el viento extendió la arena sobre estos y al final todo se convirtió en desierto.

La sobreexplotación se realizo en un clima de confianza tal, que hasta que el viento empezó ha esparcir la arena de las dunas sobre los cultivos nadie empezó a tomar medidas para evitar la catástrofe.

Los cultivos aunque mermados aún estaban a tiempo de salvarse, pero para ello requerían de una gran coordinación y mucho trabajo.

Sin embargo, la tierra amenazada estaba habitada por los descendientes de los constructores de la torre de Babel, y cada uno tomaba sus medidas sin entenderse con sus vecinos, pensando principalmente en salvar sus campos, sin pensar en los adyacentes. Pero desde que un día se tiraron los muros que los separaban, el campo era todo uno, y la perdida de una parcela amenazaría a la adyacente, como si de tratara de fichas de domino cayendo unas sobre las otras.

De tal manera, unos trabajaban con palas, otros con excavadoras, pero la arena solo se movía de un lado a otro y el viento la hacia volver a los campos.

Y lo peor de todo eran los pregoneros, mientras unos trabajaban por salvar lo que podían, los que debían coordinar y tenían los recursos para salvar la tierra del desierto, se peleaban entre ellos, o hacían que cundiera el pánico entre los trabajadores y los dueños de las parcelas, difundiendo noticias alarmistas en lugar de intentar mantener la moral de los que se afanaban por salvar sus medios de vida.

Y al final, la tierra se convirtió en..............